Winter hardwood trees

Cuidado de la piel en invierno: un enfoque basado en la naturaleza

Entre los vientos fríos y el aire seco del interior del invierno, nuestra piel suele ser la más afectada por la temporada. La caída de temperatura puede provocar problemas como sequedad, descamación y un cutis apagado en general. Por esta razón, vamos a analizar más de cerca algunos consejos holísticos basados ​​en la naturaleza para ayudar a que tu piel prospere durante todo el invierno.


La hidratación es clave

La base de una rutina eficaz de cuidado de la piel en invierno radica en mantener una hidratación adecuada. Es fácil olvidarse de beber suficiente agua cuando no necesariamente se siente calor. Según la Clínica Mayo , se recomienda que las mujeres consuman 2,7 litros por día y los hombres deben aspirar a 3,7 litros diarios. Beber mucho té de hierbas es nuestra forma favorita de mantenernos hidratados durante el invierno.

Si bien es fundamental mantenerse hidratado desde el interior bebiendo agua, es igualmente importante centrarse en la hidratación tópica. Los hidrosoles son un método natural ideal para infundir hidratación adicional en la piel. Estas soluciones a base de agua, cargadas de bondades botánicas, brindan un impulso refrescante e hidratante. Tenga uno a mano y sature su piel durante todo el día. Al combinar estrategias de hidratación internas y externas, tu rutina de cuidado de la piel en invierno se convierte en un medio holístico y eficaz para combatir los desafíos de la temporada.

Nutre con aceites herbarios

Los aceites vegetales infundidos con plantas son aliados indispensables para preservar el bienestar de la piel. Los aceites vegetales, como el de jojoba, el de rosa mosqueta o el de semilla de albaricoque, están enriquecidos con antioxidantes y ácidos grasos esenciales, que aportan a la piel la nutrición que tanto necesita. Estos elixires atemporales actúan como un escudo contra los duros efectos del invierno, proporcionando una barrera que retiene la humedad y previene la deshidratación. Los aceites con infusión de hierbas como la caléndula, la milenrama o el malvavisco resaltan los beneficios terapéuticos de estos ingredientes botánicos, calmando la piel irritada e iluminando el cutis en general.

El momento óptimo para aplicar estos aceites es después de la limpieza, cuando la piel está húmeda y los poros abiertos. Incorporar aceites con infusión de hierbas a su rutina de cuidado de la piel durante el invierno es como brindarle a su piel una manta reconfortante que la proteja de los elementos hostiles del mundo.

Rituales de limpieza suaves

El invierno exige un cambio en tu rutina de limpieza. Los limpiadores fuertes pueden eliminar los aceites naturales y dejar la piel aún más seca. Lo mejor es lavarse la piel de forma rápida, suave y completa. Opte por un limpiador suave y natural que elimine eficazmente las impurezas sin comprometer la barrera natural de la piel. El jabón en sí es alcalino, mientras que la piel es ácida, y dejar espuma sobre la piel durante más de 30 segundos puede enrojecerla y enojarla. El agua excesivamente caliente puede provocar lo mismo. Busque limpiadores enriquecidos con ingredientes reales como coco y aceite de oliva, conocidos por sus propiedades calmantes. Evite los limpiadores a base de detergentes que contengan ingredientes agresivos como el lauril sulfato de sodio (SLS).

Si bien el consejo común es limpiar el rostro dos veces al día, tanto por la mañana como por la noche, es importante tener en cuenta que ciertos tipos de piel pueden percibir esta rutina como demasiado frecuente, lo que provoca una sequedad excesiva. En los casos en que esto ocurra, una alternativa suave es usar agua fría solo para el lavado matutino, reservando el uso de un limpiador para la rutina nocturna. Este enfoque modificado es particularmente adecuado para personas con piel excepcionalmente sensible, ya que garantiza una limpieza eficaz sin comprometer el delicado equilibrio de la piel.

Exfolia sabiamente

La exfoliación es un paso clave en cualquier régimen de cuidado de la piel, ya que elimina las células muertas y promueve la renovación celular. Esto no sólo mejora la textura de la piel sino que también puede mejorar la eficacia de los productos posteriores para el cuidado de la piel. Para algunas personas, el acto regular de limpieza proporciona suficiente exfoliación. Los exfoliantes mecánicos, como los de azúcar y sal, son buenos para los pies y el cuerpo, pero pueden ser demasiado abrasivos para el rostro. Las mascarillas faciales a base de hierbas son nuestra exfoliación preferida durante todo el año.

Las mascarillas faciales a base de hierbas actúan como un tratamiento concentrado, aportando hidratación y nutrición a la piel. Además de combatir la sequedad, las mascarillas faciales contribuyen al rejuvenecimiento de la piel. Promueven la circulación sanguínea y proporcionan una limpieza profunda, ayudando a eliminar impurezas y células muertas de la piel. Además, las mascarillas pueden ayudar a equilibrar el tono de la piel, reducir el enrojecimiento y calmar la piel irritada, ofreciendo alivio del impacto de los vientos fríos y los sistemas de calefacción central.

Manténgase protegido del sol

¿Sabías que la nieve refleja el 80% de la luz ultravioleta del sol? Incluso en invierno, los rayos del sol pueden ser duros. Elige un protector solar natural con óxido de zinc. Estos minerales proporcionan una protección solar eficaz sin productos químicos nocivos. Aplicar protector solar en las áreas expuestas, especialmente durante las actividades invernales al aire libre, garantiza que su piel se mantenga protegida y saludable.

Priorizar el cuidado de los labios

El invierno puede ser particularmente duro para la delicada piel de los labios. Mantenga los labios suaves y flexibles con una manteca labial natural . La aplicación regular protege los labios de las grietas, asegurando un fruncido suave y besable incluso en el clima más frío. Evite la vasalina, el lápiz labial y otros bálsamos comerciales que contengan ingredientes a base de petróleo, como la vaselina.

Papel de una dieta limpia

Somos lo que comemos y nuestra piel lo refleja. Una dieta rica en alimentos integrales, frutas vibrantes, verduras y proteínas de calidad respalda los procesos naturales de desintoxicación del cuerpo, ayudando en la eliminación de toxinas que pueden contribuir a los problemas de la piel. Los alimentos ricos en antioxidantes combaten el estrés oxidativo, reduciendo el riesgo de envejecimiento prematuro y promoviendo un cutis radiante. Al priorizar los alimentos cultivados orgánicamente, ricos en nutrientes y mínimamente procesados, las personas no solo nutren sus cuerpos desde adentro sino que también contribuyen a una piel clara, vibrante y resistente, lo que refleja la interconexión de las elecciones dietéticas y el bienestar de la piel.

Ejercicio y salud de la piel

El ejercicio regular juega un papel crucial en la promoción de la salud general de la piel. El aumento de la circulación sanguínea generado por el ejercicio garantiza que las células de la piel reciban suficiente oxígeno y nutrientes, lo que contribuye a un cutis vibrante. El movimiento tiene un beneficio directo para nuestra salud mental, mejora nuestro estado de ánimo y puede ayudar a controlar las afecciones de la piel que se ven exacerbadas por el estrés. Sudar durante la actividad física ayuda a destapar los poros y desintoxicar la piel, promoviendo una apariencia más clara y radiante. Además, el ejercicio estimula la producción de colágeno, fundamental para mantener la elasticidad de la piel y reducir los signos del envejecimiento.

Importancia de un enfoque holístico

Mientras atravesamos los meses de invierno, es esencial adoptar un enfoque holístico para el cuidado de la piel. Es importante observar las necesidades de nuestra piel y ajustar nuestra rutina en consecuencia. Incorporar alimentos nutritivos a nuestra dieta, practicar actividades reductoras del estrés y dormir lo suficiente. Lo que es bueno para nuestro bienestar general suele ser bueno para nuestra piel.

Además, cuando se trata de nuestro viaje de autocuidado personal, es importante que nos encontremos con nosotros mismos donde estamos como individuos. Si nos damos cuenta de que nos queda un largo camino por recorrer, está bien. Lo importante es ir paso a paso. Asumir más de lo que podemos manejar es sencillamente insostenible. Compararnos con los demás es no encontrarnos con nosotros mismos donde estamos. Lo que buscamos es un ritual de cuidado personal que genere impulso, nos eleve y sea algo que podamos mantener y mantenernos conscientes independientemente de la estación.

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